domingo, 17 de febrero de 2008

Rescue dawn, Werner Herzog, 2007


No resulta sencillo adivinar qué es lo que Herzog ha buscado con este nuevo filme. Por una parte adiciona a su filmografía una más de su recurrente tema acerca de sobrevivientes y por otra ahonda acerca de un caso particularmente ya abordado por el mismo pero en formato documental. No obstante, para hacerlo, crea una compañía productora casualmente denominada Top Gun y para variar nos presenta el caso de un piloto aleman derribado en pleno conflicto vietnamí, torturado y dado a la fuga con relativo éxito. Mas extraño aún, Dieter Dengler, el piloto sobre el cual se basa el relato, auténticamente existió.

La cosa dista mucho de terminar ahí y es inevitable presentir cierta ironía latente: el piloto, es un alemán sobreviviente al bombardeo aliado en la segunda guerra mundial, jugador de beisbol y con un tipico corazón de caramelo norteamericano que no quiere ir a la guerra. Solamente quiere volar un avión y por eso acepta ser enrolado, casi casi de la misma forma en que, cuando es capturado, rehusa firmar un documento donde reniega de su patria adoptiva porque no quiere sentirse malagradecido con quien le dió la oportunidad de volar un caza.

Casi todo este heroísmo, existe, nos damos cuenta cuando comienza a ser más y más increíble, porque en el segundo tercio del filme Mr. Herzog se ocupa minuciosamente de ir situando en la más oprobiosa miseria a su personaje, y no es una miseria usual; es el tipo de miseria que le hace no identificar el sufrimiento de sus compañeros de cautiverio porque él mismo está en el limbo del topus uranus del americano promedio, mientras se dedica a jugar a ser McGuiver y aún, a planear y dirigir la fuga, justo donde Herzog nos regalará algunas agradecibles autorreferencias como señalando lo extrañamente ridículo que estamos atestiguando.

Pero si en el pasado Mr. Herzog ha sido identificado como alguien que usa los habitantes del tercer mundo como mero escenario, ahora parece sentir cierta simpatía al menos por los captores del teniente Dengler, quienes a su vez son prisioneros del Khmer Rouge. Por eso son viciosos, aunque ocasiuonalmente demuestran simpatía por el enemigo blanco.

Lo mejor de todo, no obstante, es que se trata de un filme totalmente impredecible: la audiencia dificilmente encontrara pistas acerca del destino de la operacion ni del teniente Dengler y advertirá, muy probablemente, las diversas lecturas de su final, pasando por las caracteristicas de las relaciones de los marines con sus esposas y casi sin advertir que se trata de una película de género. Extraordinaria, pero de género.

Por lo demás el DVD-R es un clon absoluto, con los trailers y extras de su original.


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