domingo, 27 de abril de 2008

La batalla de Haditha, Nick Broomfield, 2007.


Un veterano cineasta inglés nacido en el 48 pero arropado por Francia desde sus 15, toma un cruento hecho acontecido en la aún vigente guerra contra Irak y lo muestra desde tántos ángulos que resulta imposible tomar un partido: tanta demencia existe de un lado como en el de su opositor y aquí el fundmentalismo es mostrado de una manera bastante inusitada tanto en el cine como en el resto de la fauna mediática. Acaso el último vestigio de humanidad que queda es el de los soldados norteamericanos que punitivamente incursionan en territorio ciudadano configurando una terrible masacre de mujeres y niños debido a la habilidad que han tenido los fundamentalistas para provocar precisamente esta reacción por parte de la milicia más poderosa de la galaxia.

No obstante semejante conjunto de incorrecciones políticas -cómo podría ser diferente cuando el autor también los es de Kurt & Cortney (1998)?- el director sabe bien lo que hace y ha recurrido a un conjunto de ex-marines como actores principales, lo cual dota su filme de un verismo muy acorde con ciertas secuencias a lo dogma y con un levantamiento de imágenes con equipo digital. La misma escena con la que abre, un Marine hablando de sus experiecias con un cierto estilo de entrevista televisiva le hace muy creíble por más que media hora después esta credibilidad se derrumbe ante la contundencia de sus acciones, o las docenas de diálogos del mismo tipo entre ciudadanos iraquíes que hacen ver su descontento con la ocupación tanto con los actos de sus compatriotas fundamentalistas, parecerián todos, el conjunto coral auténtico de Irak, por más que esa autenticidad se asemeje más a una autenticidad mediática que real.

Lo curioso, siendo tan apabullante el conjunto de realidades impostadas por el filme, es que al fin de cuentas salga a relucir una ominosa pregunta: ¿tanto desean los indocumentados mejicanos una green card como para, sin deberla ni temerla, ir y masacrar inmisericorde cualquier cantidad de gente a cualquier país? Claro, en el hipotético caso de que se lograra sobrevivir.

El DVD-R no es un clon. Ha sido traficado por la red, pero posee buenos parámtros y está en la franja más alta del standard. Nunca como antes la piratería mejicana se stá luciendo: La piratería también es cultura.

La banda nos visita, Eran Kolirin, 2007.


No hace falta ser un genio ni exageradamente sensible para percibir en esta ópera prima una sutil y pequeña obra mayor, en la que una anécdota sencilla vale para presentar una de las cosas mas complejas de lograr en pantalla: una representación auténtica de la soledad. Por contraste, construída a base de silencios y con una economía de diálogos que se antoja más que bienvenida y que traslada, a los curtidos rostros de los actores casi todo el peso de un drama no exento de extraño humor que no se va de bruces hacia la hilaridad ni atiende, por otra parte, a la socorrida dulcificación en que cotidianamente cae, en estos temas, la mayor parte de la cinematografía mundial: ya sea la industrial o la festivalera.

Ocho individuos, ataviados como extras representando policías uniformados, son puestos en medio de la nada del desierto israelí. Son musicos folcklóricos de la banda de una academia egipcia y han sido invitados por un ministeio de cultura poco escrupuloso con el trato hacia sus invitados y tienen que valerse de sus propios medios e intentar cumplir con sus compromisos, muy a pesar de todo. Durante el periplo el espectador irá decubriendo distintas facetas de distintos seres humanos al tiempo que se atan cabos acerca de los elementos comunes a todos ellos, descubiendo, por una parte, que nada es lo que parece, mientras por otra, podrán apreciarse ciertos valores y poderes poco evidentes que tiene la música, así como ciertas caracteístcas innatas de los ejecutantes.

Este DVD-R posee calidad de clon aunque resulta casi evidente que ha sido traficado por red, aunque ello no obsta para disfrutar incluso una muy buena calidad de audio y con ello, apreciar una música muy hermosa y ad-hoc para una cinta con un estilo producto, de acuerdo con los cahiers, de la asimilación de las cinematografías tanto de Kiarostami como Tati. Muy recomendable.

lunes, 21 de abril de 2008

Teresa, el cuerpo de Cristo, Ray Loriga, 2007.


Curiosa, por decir lo menos, resulta esta la segunda película del Español Ray Loriga, quien después de una ópera prima un tanto desapercibida pero que contó con Viggo Mortensen en uno de los roles secundarios en el ahora distante 1997, nos presenta ahora una visión un tanto extraña acerca de la vida de doña Teresa de Ahumada, noble señora que terminó siendo canonizada por la entonces todopoderosa iglesia católica, apostólica y romana.

Curiosa, decía, y por más de una razón; porque presenta unos chistosos lances plásticos a lo Tarsem Sight cuando de describir la barroca belleza de la mixtura entre actriz y personaje, curiosa porque hace uso de las más sobadas fórmulas y discursos para establecer la modernidad de la mujer, curiosa porque nos presenta en el papel de santa a una donna que para nada es creíble al respecto y no precisamente por su intervención en alguna de las más malas películas de Julio Medem, curiosa porque Ray Loriga ya nos había demostrado que no es para nada un mal narrador como lo demuestra su considerable trayectoria como guionista y particularmente de su escrito ignaural para Almodóvar, Carne Trémula, y curiosa porque termina adoptando los peores tics de Shyamalan jugándole a los desaparecidos, abduciones y demás elementos fenomenales como parte medular del relato sin que a fin de cuentas termine por integrar tan fantasmagóricos elementos al cuerpo narrativo. Vaya desperdicio.

Es entendible que una starlett como Paz Vega tenga que aprovechar su momento: la belleza no dura para siempre y es preciso expandir su radio de acción, sobre todo después de tantos tropiezos participando con gente que parecía prometer pero que se quedó a la mitad del camino, aunque mejor haría en emigrar a Hollywood, donde es sumamente apreciado su acento, su actitud y la desmesurada esbeltez de su cuerpo. Sobre todo cuando España no se acabará sin ella.

Un caso mas extraño, el de Leonor Watling, mujer sumamente hermosa que debutó en una rareza de 1993 que lleva por título Jardines colgantes para después sumirse de lleno en dos proyectos de televisión y cuatro cortometrajes para despuntar, en 1998 con La primera noche de mi vida, para después anotarse tanto buenos puntos como traspiés para terminar, con Son de mar (2001) volviendo más inescrutable su sino.

De cualquier forma, se agradece a la informalidad interesarse en un producto que más parecería destinado al mercado interno y cautivo de España que para el resto de la humanidad, puesto nos abre ante manifestaciones completamente distintas a lo que las leyes del marketing nos tienen acostumbrados.

El DVD-R que circula en el mercado tabasqueño es un buen clon y corre y suena de manera confiable.

domingo, 20 de abril de 2008

Reservation Road, Terry George, 2007.


Cuesta mucho asimilar que nuestros hijos, mientras son infantes, dependen absolutamente de uno. Y sin importar lo que digan las modernas teorias y los mas recientes enfoques hacia la educacion de los mismos, lo único cierto es que mientras un individuo no sepa cuidarse a sí mismo la responsabilidad que de ello se derive solo tiene un destinatario: los padres. Esto parece una cosa sencilla pero en la práctica no lo resulta tanto. Imaginemos que por un segundo nos distraemos y por ello apartamos la vista de nuestro bebe y que en ese justo momento ocurre una desgracia, ya por imprudencia del mismo o de un tercero. A pesar de los atenuantes o agravantes, el accidente, el abuso o la maldad de un tercero no tendría registro de no habernos distraído, aunque los mecanismos de autodefensa del ego y el superego inmediatamente construyan elaboraciones con el fin de desviar la culpa del yo, y sobre todo cuando resulta que descubrimos que en realidad, eso de los críos conlleva una responsabilidad sumamente monstruosa y sin referirse siquiera lateralmente al conjunto social: lo es ante todo, ante nosotros mismos.

Tal vez es por ello que Reservation Road falla inmisericordemente una y otra vez. Por más que Ethan Learner sube y baja el camino, por más que Dwight Arno se deja llevar por los recovecos del miedo y la enajenación, o el dolor de Grace Learner amenace con extraviar su razón, es evidente que algo no logra convencer. Aún cuando, para aquel que ignora lo que es la crianza de un hijo pudiera no resultarlo tanto, e incluso para una nueva generación de progenitores condicionados a la satisfacción de Mall y repelentes a todo tipo de autocuestionamiento pudiera resultar una exageración o mejor aún, una extravagancia. No obstante, algo de la sensación permanece y conduce a un lugar semejante: no embona.

Triste humanidad que transita hacia la redención a sabiendas que con ello no se recupera nada, y sobre todo cuando en el camino de esa redención nunca hubo espacio para saber por qué se perdió lo que se perdió y mucho menos para cuestionarlo cuando todo se reduce a la insoportabilidad del dolor. ¿a quien se le ocurre bajar a una gasolinera sin tener la vista puesta en sus pequeños?

No obstante justo es reconocer que tanto Mira Sorvino, como Mark Ruffalo y Joaquin Phoenix estan inmejorables en sus papeles, y que la transparencia del director no es precisamente un detalle por agradecer, como en el caso de Alfonso Cuarón dirigiendo a Robert DeNiro, Etan Hawke o Gwyneth Paltrow, aunque con Hotel Rwanda, Terry George ya había demostrado ser hábil al menos, en la técnica del Mexican Soap Opera, por más que se diga que es un director que también mete las manos en el guión.

El DVD-R circulando en el mercado tabasqueño es un producto con calidad de clon, aunque como siempre en este segmento, no se esperen los extras anunciados en el menu.

martes, 8 de abril de 2008

Breathe, Kim Ki Duk, 2007


Referirse al cine de Kim Ki Duk como de amateur no sólo es desafortunado: mas bien resulta de una inocencia tal que raya en la mas absoluta demencia. Pero así sucede con los ciberforos. Bajo el amparo del anonimato se asumen conductas tan infantiles como se podría suponer a partir del promedio de edad que la comunidad exhibe, y aún tendríamos que agradecer que de pronto un público bastante inopinado, casi como por casualidad, llegue a saber de la existencia de un cineasta que no por atípico reboza tanto talento como sobrepoblado se antoja su nutrido mundo referencial.

No puedo presumir de conocer siquiera la mitad de su obra cuando a lo sumo son sus seis ultimas películas, pero es irrebatible que en ellas se encuentra no sólo todo lo que los franceses enumeran como características de un auteur, pues más allá del contexto y la forma se da una extraña sinergia entre elevadas manifestaciones de belleza con supurantes heridas que nunca terminan de sangrar. Nadie como Kim Ki Duk para contrastar los mas opuestos extremos y nadie como él para hacernos transitar por un muy complicado arreglo de sensaciones: ver una cinta suya termina por ser como someterse a una intensa travesía de la cual sabemos que no saldremos para nada bien librados, pero que a la vez nos sabemos incapaces de eludirla, de hacer otra cosa porque sabemos que simplemente no la hay.

En Breathe, como en sus antecesoras, el silencio posee una vital importancia: el director no sólo parece disfrutar mucho en recordarnos que por lo general el ser humano no se caracteriza por hacer un uso al menos digno de la palabra, sino que esa casi ausencia de las mismas se convierte en un vehículo sumamente poderoso para establecer un proceso de comunicación directo de consciencia a consciencia, llegando en muchos sentidos a provocar una experiencia incluso muy cercana al susto, y justo para soltar algunas revelaciones que nos ponen brutalmente frente a un espejo que, como a nosotros mismos, resulta totalmente inutil mentir, esconderse, o hacer como que la virgen nos habla.

Zia es una mujer que en más de un sentido está muerta, tanto o más de lo que habrá de estar Chen Chang por un motivo que casi hasta la conclusion del filme se revela. Cómo y por qué habrián de relacionarse dos seres tan distantes es cosa que parece no ser del interés del director: su interés está en otra parte, con aristas visibles en cómo se complementa el uno con el otro, como se repelen, y cómo la realidad habrá de ajustarse finalmente a ellos y no viceversa, como suele ser el orden natural de las cosas. Y aún hay lugar para la poesía: el aliento como metáfora de lo divino, de lo que insufla vida. La delicadeza visual, en este autor, es un Must.

El DVD-R es producto de un clonado perfecto aunque como todo clon que se precie, no contiene los extras del original, aunque eso ya tampoco es de sorprender dado que aqui en México, compañías como ZIMA, Tarántula u otras que sacan legalmente este tipo de productos, tampoco se los ponen.

martes, 1 de abril de 2008

Gabriel, Shane Abbess, 2007.


De Australia nos llega esta fábula trágica acerca de la naturaleza del trabajo de un arcángel situado en un contexto bastante gótico y plagado de bizarrísimos detalles: tanto en la estructura narrativa como en la forma en que se presentan, si bien como en toda fábula, siempre existe algún tipo de moraleja y por extraño que parezca, todavía se produce cierto efecto milagrosamente eperanzador: no olvidemos que a pesar de todo se trata de asuntos arcangélicos.

Difícil de ver y más aún de seguir, con un tono oscuro y constante, personajes repulsivos unos e incomprensibles los otros, no habrá un momento único para preguntarse a qué tantas vueltas estando el suelo tan parejo, si bien los amantes del género encontrarán detalles bastante disfrutables, como por ejemplo que aquí algunos arcángeles tienen sus vicios: adictos unos, y prostitutas otras, pero todos todos fracasando en alta en sus encomiendas celestiales y casi a servicio del ángel caído, y aunque la metáfora de un arcangel que en una mano lleva su beretta y en la otra la palabra divina ya había sido elaborada hace casi 40 años por Jim Croce, siempre será disfrutable, aunque ta vez más, repito, para los amantes del género.

Shane Abbess es un director primerizo que proviene del mundo de los comerciales, el video y los cortometrajes, y Gabriel es un filme de tipo independiente que viene precedido de un considerable suceso en su país y la mayor parte del cuerpo actoral procede de la televisión, todo lo cual, lamentablemente, resuta bastante evidente.

No obstante, es bueno ver cine de una region tan ignota como Australia!
El DVD-R posee un buen terminado en el proceso de clonación, aunque como es el caso de este tipo de productos, no debe esperarse que incluya los extras y eventuamente deben ajustarse los controles de brillo y contraste ante una casi excesiva oscuridad.