lunes, 10 de marzo de 2008

En el valle de Elah, Paul Haggis, 2007.


Podríamos irnos por la fácil y dejarnos llevar por el prufundo impacto que en efecto produce el filme. Es un tema actual, certero, muy bien puesto en imágenes y con un nivel de representación que excede la media. Casi le creo a Charlize Theron disfrazada de burócrata común y corriente con sus grises trapitos comprados en remates y saldos de JCPenney, sin maquillaje, con problemas de aceptación en su comunidad y hasta con un crío de menos de 10 años, aunque quien de plano sí me convenció en su papel de padre abatido fue don Tommy Lee Jones.

Hay que aceptar, no obstante que buena parte de esta credibilidad se sustenta, además de los sentimientos de empatía que produce Tommy, en la elaboración formal del personaje: un veterano formado en las fuerzas armadas, es decir, alguien que cree firmemente en lo que es, tiene dos hijos y ambos se dedican a servir, como él, a la parte más noble, pero también a la más cruenta de su país y con ello personifica el epítome lo que significa ser norteamericano. Resulta remarcable ver como este hombre y su mujer lo pierden todo sin siquiera llegar a pensar en al menos maldecir el sistema en el que han creído y al cual definitivamente terminan aportando hasta su sangre.

El caso es que Paul Haggis, doblemente oscareado como escritor gracias a Clint Eastwood primero y ya como director por Crash, derrapa por breve en el nudo dramático de su construcción: un temible hombre rudo -hijo de Hank Deerfield- destacamentado en Bagdad, con bastante vuelo en el uso y trafico de drogas rudas tanto como en reprobables métodos de interrogación y tortura de prisioneros de pronto pierde el control de su Humvee y se produce un accidente -un tanto escabroso si ocurriera en cualquier otra ciudad y momento- que cambia por completo su percepción de las cosas hasta que poco a poco va saliéndose de control e irremediablemente se le debe aplicar un código rojo.

Esta forzadísima vuelta de tuerca, no obstante, no es tan evidente durante el visionado del filme. Pero tiende a vislumbrarse poco después de su conclusión, justo cuando la opresión en el pecho comienza a ceder y comienzan ciertas interrogaciones, sobre todo cuando ya ha pasado algo de tiempo desde que se hizo público el sistema de interrogación que usaron las tropas norteamericanas en Bagdad y el nulo resultado que la revelación produjo. Por que ahora, justo antes de las elecciones norteamericanas se ventilan estas cosas? Nos hemos dado cuenta hasta donde hemos llegado al permitir a nuestras clases políticas robar no solo para que vivan como jeques y sin trabajar, sino para que ahora aborden y usen algo como el cine para sus muy perversos fines?

Nadie ignora que esto haya sido así desde hace algún tiempo. Lo que en cambio sí parece ignorarse es que justo ahora estamos viendo gran cantidad de películas de este tipo pero que parecen ser algo mas. También es amplia la ignorancia al respecto de que esto solo puede conducir a una crisis de credibildad, y con esto........

El DVD-R es un clon perfecto que se ve y se escucha increíblemente bien, aunque no cumple con los extras que ofrece el menú, algo muy comprensible dado el mercado de donde proviene.

Stills: http://outnow.ch/Media/Img/2007/InTheValleyOfElah/

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